A dos cuadras de aquí está el paraíso.
Hasta hoy, era un rumor de viejas sombras.
Oí, cuantas veces
que tan cerca estaba
y ahora, que no queda nada de mí
el jardín está arbolado y me absorbe.
Fue una imagen hablada
(nada despreciable)
que murió al instante
que el alma se me adelantó,
desprendiéndose.
A pocos pasos…
estoy de respirar otra vez.
Consuelo M.A
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